El matrimonio es una unión integral, permanente y exclusiva entre un hombre y una mujer.
Todo niño tiene derecho a una madre y un padre; nadie tiene derecho a un hijo.
Hay que proteger y preservar los lazos familiares entre niños, padres, abuelos y familia en sentido amplio.
Todas las personas tienen la profunda necesidad de ser apreciadas, conocidas y amadas en el contexto de una auténtica amistad.
Toda persona posee una dignidad única y es merecedora de respeto, independientemente de su sexo, edad, origen étnico, sentimientos sexuales, raza, nivel educativo o ideas religiosas o políticas.
Los padres tienen el derecho y la responsabilidad de dirigir la educación de sus hijos.
Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, pensamiento y religión, que incluye la libertad de manifestar su religión o creencias de manera pública o privada, siempre y cuando estas creencias y prácticas no perjudiquen a otros.
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